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YO NO FUI

El mensaje es claro. Detrás de todas las explicaciones del gobierno mexicano ante la detención de los capos del Cartel de Sinaloa, se lee un “yo no fui” que cae en la lógica de la celebre canción de Pedro Infante.

“Yo te aseguro que yo no fui. 

Son puros cuentos de por ahí. 

Tú me tienes que creer a mí. 

Yo te lo juro que yo no fui.”

De eso no nos queda duda, pero ¿por qué el gobierno mexicano se empeñaría tanto en decir que ellos no fueron si a la mayoría nos indigna que los estadounidenses hayan logrado lo que ellos no en tantos años? ¿A quién va realmente dirigido ese mensaje? ¿Qué hay detrás de las palmadas en la espalda que el presidente le dio a la Secretaria de Seguridad en la mañanera para que no hablara de algo que él no quería?

Son preguntas que son imposibles de no hacerse, cuando las declaraciones muestran que la soberanía mexicana y la confianza que sostiene la relación bilateral, son lo menos importante.

Ellos están concentrados en decir que ellos no fueron y de alguna manera, esto hace que la detención los narcotraficantes por parte de las autoridades de Estados Unidos, contraste con las imágenes del “Culiacanazo” del 2019 y de los 95 asesinatos dolosos que tenemos todos los días en este país.

El “Culiacanazo” el primer intento fallido por parte del Gobierno Federal encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador de arrestar a Ovidio Guzmán, en el que después de haber sido capturado fue liberado para “salvar vidas.”

¿Las de quién? Porque la violencia sigue azotando a la totalidad del territorio mexicano y esto último pone sobre la mesa que tal vez el “Culiacanazo”, sea un antecedente directo del actual “yo no fui.”

El gobierno no quiere problemas con los narcos. Mientras que Estados Unidos cansando de esperar y en temporada electoral, decide colgarse una última medalla antes de que Biden deje de ser presidente y se desvíe la atención del problema de salud que tiene, aunque sea el origen de los males que azotan a la mayoría del continente.

También hay cárteles estadounidenses, así lo admitió el agente de la DEA Polo Ruíz, pero de eso nadie habla y siempre la presión queda del lado mexicano que ha decidido dar abrazos y no balazos a los que ya controlan cerca del 35% del territorio nacional, según datos del Jefe del Comando Norte de Estados Unidos.

Mientras no se les quite el negocio, el narcotráfico será capaz de meter a cualquier mandatario en un laberinto sin salida, que en esta ocasión se traduce en un “yo no fui” que puede ser comprobado en declaraciones recientes del presidente en la conferencia de prensa mañanera: “Lo que nos informaron fue de Guzmán López, que tenían ellos (las autoridades de Estados Unidos), tenían pláticas con él y que de repente no solo llegó Guzmán López sino llegó el señor Zambada.”

Así las cosas…

“No, no

No, no

Yo no fui”

El último en salir, apague la luz.

@StephanieHenaro 

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